Hace algún tiempo Pedro Domínguez Barrios nos ofrecía imágenes de numerosos abejares sitos en el término municipal de Borja y en otros municipios limítrofes. De la mayoría de ellos se desconoce la fecha de su construcción, aunque pudo documentar la del que muestra la imagen que, por el momento, es el más antiguo de la zona.
Se basaba para ello en las cifras que aparecen grabadas entre las piqueras que sugieren la posibilidad de que fuera en 1691 cuando fue construido. En otros han aparecido grafitos realizados por los albañiles que los edificaron. Muchos en el siglo XIX, pero también en la primera mitad del XX.
Hoy mostramos este documento, puesto a
la venta recientemente, datado el 19 de mayo de 1829. Se trata de la solicitud
que presenta Francisco Almao, labrador y vecino de la ciudad de Borja, al M. I.
Ayuntamiento en la que expone que es propietario de una porción de tierra en el
término de Valdetalón, “sin albergue alguno para personas ni caballerías”, por
lo que tiene previsto “hacer un abejar para dicho fin”, por lo que solicita “se
le conceda el correspondiente permiso y facultad para construir de mi cuenta en
el monte junto a la dicha porción”.
La corporación municipal procedió con
rapidez a otorgar el permiso pues, como se hace constar en la diligencia al
margen del escrito, fue acordado en sesión de 20 de enero. Lo interesante sería
identificar ese abejar o lo que del mismo se haya conservado.
No obstante, en las actas municipales
se pueden encontrar datos de otras licencias de construcción. En una rápida
revisión hemos encontrado que el 25 de junio de 1668 se le dio a Jerónimo Amigo
“para que haga una abejera en los momentos comunes”. El 1 de mayo de 1671 se le
concedió a José Frago “un espacio del monte blanco para ampliar un abejar”. El 24
de abril de 1690 se acordó vender a Jerónimo Angulo “un vago, por el precio que
resulte, para hacer un abejar” y el 28 de marzo de 1681, se le vende a Matías
Tabuenca “el vago que solicita para hacer un abejar en la cordillera que va
desde Albeta a Alberite”. El 1 de mayo de 1704 se autoriza vender “dos bajos
particulares y dos bajos en el monte blanco para destinarlos a abejares”. El 24
de abril de 1788 se otorga licencia a Francisco Pinilla para construir un
abejar en Valcardera.
En otras ocasiones se adoptaron determinadas cautelas. Así,
el 19 de mayo de 1790, ante la petición formulada por Tiburcio Uchán para
construir un abejar en Valmenor, se acuerda que un regidor vaya hasta la zona
para examinar el terreno y, tras ello, en la siguiente sesión se le concede el
permiso al no haberse observado “perjuicio alguno”. El 28 de abril de 1791, se
toma el acuerdo de que un regidor “señale sitio en el que pueda construirse un
abejar por parte de D. Pedro Lamana, capellán real de la colegial”. Lo mismo
ocurre en mayo de 1800, cuando se da comisión a dos regidores para que señalen
el lugar del monte en el que Vicente Matute “pueda construir un abejar sin
perjudicar a nadie” o cuando el 18 de diciembre de ese mismo año se comisiona a
dos regidores para que “se informen sobre si Cristóbal Cuartero causaría algún
perjuicio al construir un abejar en el barranco de Samañas, debajo de la Muela”.
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