No hace mucho, haciéndonos eco de un conocido blog nacional, recordamos algo bien conocido por los familiares del ilustre borjano D. Vicente Casanova y Marzol que, antes de iniciar su carrera eclesiástica que le llevó a ocupar las sedes episcopales de Almería y Granada, así como a ser creado cardenal, había participado como Teniente de Caballería en la última guerra carlista.
De sus aventuras militares habían sido
objeto de atención por parte de D. Natalio Rivas Santiago (1865-1958), un
destacado político liberal que llegó a ser Diputado a Cortes y Ministro de
Instrucción Pública y Bellas Artes, entre otros importantes cargos.
Lo hizo en la obra Anécdotas y narraciones de antaño, que no teníamos en nuestra biblioteca. La hemos buscado y conseguido la publicada por Editorial Juventud en 1943. Allí hemos podido leer el capítulo “De soldado, a cardenal” que le dedica.
El cardenal había nacido en Borja en
este edificio de la plaza a la que, en 1907, cuando fue nombrado Obispo de
Almería, le dedicó el Ayuntamiento de la ciudad. Sin embargo, en 1992, la
corporación municipal decidió eliminar del callejero la memoria de una persona
que había sido “Hijo Predilecto de la Ciudad”, una decisión completamente
incomprensible, sobre todo si tenemos en cuenta que el cardenal cuenta con una
plaza en Maluenda, localidad de la que fue párroco, y una calle en Zaragoza (en
el Barrio Oliver), mientras que, en su ciudad natal, no tiene ni tan siquiera
una placa en donde nació.
Una sobrina del cardenal quiso que su
memoria no se perdiese en Borja y, con ese fin, encargó al escultor Carlos
Arrabal un busto que, por el momento, permanece instalado en el patio interior
de la Casa de Aguilar, a la espera de que, en algún momento, pueda llevarse a
un espacio en el que pueda ser contemplado este monumento que es el único en
bronce que existe en la ciudad y que, por su actual ubicación, es prácticamente
desconocido.
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