Otro personaje borjano que aparece en el nuevo portal de la Real Academia de la Historia, al que venimos prestando atención es D. Francisco Javier de Zaragoza y Amar, al que no incluimos en nuestro Diccionario Biográfico, pero presentamos en este blog, hace ahora tres años, tras haberlo “descubierto” en un artículo que Pedro I. Sobradiel publicó en la revista Artigrama, con el título “Intervenciones del Cuerpo de Ingenieros del Ejército en el Castillo de la Aljafería de Zaragoza durante el siglo XIX”, en el que figuraba una referencia a un proyecto de modificación para su conversión en cuartel, firmado en 1867, por los entonces comandantes de ese cuerpo D. Juan Palou de Comasena y D. Francisco Javier de Zaragoza y Amar.
Había
nacido en Borja, el 3 de diciembre de 1825 y era hijo del Mariscal de Campo D.
Tiburcio Zaragoza y Muñoz (que es el representado en esta imagen) y de Dª.
Carmen Amar y Cardigondi. El padrehabía nacido en San Felices de los Gallegos
(Salamanca) el 14 de abril de 1789. Ingresó como cadete, en 1801 en el
Regimiento de América y participó en la Guerra de la Independencia, siendo
hecho prisionero en 1812. Conducido a Francia, logró fugarse, aunque volvió a
ser detenido, siendo liberado definitivamente en 1814.
En 1823 se encontraba destinado como
segundo comandante en la Milicia Nacional de Pamplona. Enfrentándose a los
realistas fue capturado en Almería. Rehabilitado en 1830, continuó su carrera
militar. Siendo comandante fue recompensado con la Cruz de San Fernando por su
actuación en las acciones de Aliñategui y Marigomitegui, durante la guerra
carlista. Ascendido a Teniente Coronel, en 1837, obtuvo el empleo de Coronel
como recompensa a su actuación en las batallas de Allo, Alcanadre y Peralta.
Mandó el Regimiento de Aragón, al frente del cual participó en nuevas acciones
de guerra, siendo promovido, en 1839, al empleo de Brigadier, siendo destinado
como Comandante Militar de Toledo. En 1842, fue nombrado Gobernador Civil de
Badajoz, cesando en 1844 al ser ascendido a Mariscal de Campo. Se retiró en
1863 por problemas de salud, falleciendo en Madrid en 1869.
La madre, Dª. Carmen Amar Cardigondi
era hija de D. José Amar y Borbón, hermano de la famosa ilustrada Dª. Josefa
Amar y Borbón y del virrey D. Antonio José Amar y Borbón, nieta por lo tanto
del ilustre médico borjano D. José Amar y Arguedas. Por lo tanto, la relación del
personaje al que no estamos refiriendo con Borja es evidente. Aquí nació y
regresó, en una ocasión, para restablecerse de su salud quebrantada.
A D. José Amar Arguedas, y a sus hijos
Josefa y Antonio José los incluimos en nuestro Diccionario Biográfico y,
en este blog dimos datos de otra hermana, Dª. María del Pilar Amar y Borbón,
casada con el Mariscal de Campo D. Francisco de Lajusticia Enguera (también
natural de Borja), debido a su relación con el palacio existente en la calleja
del Rey, lamentablemente desaparecido.
Pero, no habíamos prestado atención a
José que, ahora, hemos podido saber que también abrazó la carrera militar,
llegando a alcanzar el empleo de coronel. En La Coruña, donde estuvo destinado,
contrajo matrimonio con Dª. María Dolores Cardigondi y Carrillo y tuvieron una
única hija, Dª. Carmen Amar Cardigondi que fue la madre de D. Francisco Javier
de Zaragoza y Amar, así como de dos hijas: Escolástica y Dolores.
Por lo que respecta a nuestro
personaje, el 15 de diciembre de 1837 sentó plaza como cadete en el Regimiento
de Infantería de Zaragoza, poco después de cumplir los 12 años, que era la edad
requerida para ello. Dos años después, y ya como alférez, pasó al Regimiento de
Infantería de la Princesa, de guarnición en Madrid.
Pero, tras prepararse concienzudamente
para ello, logró ingresar en 1844 en la Academia de Ingenieros que, en aquellos
momentos, se encontraba instalada en el Palacio de Montesclaros de Guadalajara
y allí siguió hasta 1924 en que fue destruida por un incendio.
En 1848, obtuvo el empleo de Teniente,
siendo el número 6 de su promoción. Medía 1,69 m. de estatura y sabía francés.
Dos años después, pasó destinado a Cuba, con el grado de Capitán de Ultramar y,
destinado en la Subinspección de La Habana, llevó a cabo diversos proyectos,
entre ellos el de las nuevas defensas de la capital, más allá de las antiguas murallas.
También se hizo cargo de la comandancia de Ingenieros de Cienfuegos y, a
finales del 1855, ascendió a Capitán de Ingenieros por antigüedad. Los
oficiales de ese Cuerpo podían ascender en él y, también, en las escalas del
Ejército, sin coincidir a veces en el mismo empleo.
Regresó a la península a mediados de
1856, pero por problemas de salud, propios de la mayoría de los destinados en
Cuba, pidió licencia para restablecerse en el balneario de Vichy. Tras
desempeñar varios destinos, en 1863, se hizo cargo de la Comandancia del Cuerpo
en Zaragoza.
Aquí redactó varios proyectos
relacionados con la Aljafería, convertida en cuartel. Durante su estancia en la
capital aragonesa ascendió a Comandante de Ingenieros (1864) y, como recompensa
a sus trabajos, al grado de Teniente Coronel del Ejército (1868). De Zaragoza
pasó a Pamplona y, en 1873, le fue concedido el grado de Coronel del Ejército.
En 1873 fue enviado, de nuevo, a la
isla de Cuba para hacerse cargo de la comandancia de Ingenieros, con el empleo
de Teniente Coronel de Ingenieros en Ultramar. Para entonces ya habían sido
derribadas las antiguas murallas de la capital y, durante su estancia allí
realizó varias obras defensivas, tanto en La Habana como en Santiago de Cuba.
En 1874 fue ascendido a Coronel de Ingenieros y, en 1875, al empleo de Brigadier
del Ejército. A consecuencia nuevos problemas de salud, regresó a la península
en 1876 y vino a restablecerse a Borja, pero tuvo que volver a Cuba hasta que,
en 1878, vino destinado a Madrid desde donde pasó a las comandancias de Granada
y Zaragoza.
En Zaragoza trabajó en varios
proyectos, entre ellos la reconversión de la torre del Trovador en prisión militar,
pero poco disfrutó de su tierra, dado que su carrera parecía estar unida a los
destinos del otro lado del Atlántico. En 1880 embarcó rumbo a Puerto Rico,
donde permaneció cuatro años, desarrollando una gran actividad para remozar las
defensas de la isla, entre ellas el hermoso castillo de San Felipe del Morro.
Vuelve a Madrid y, desde la capital de
España, marchó a Extremadura y, posteriormente, a las Vascongadas.
Encontrándose en Badajoz, en 1885, recibió la orden de viajar, una vez más, a Cuba,
pero su deteriorada salud le impidieron llevarla a cabo. Salvo una brevísima etapa
como Gobernador de la isla de Tenerife, residió en la capital pacense durante
sus últimos años, donde falleció el 13 de marzo de 1889, antes de cumplir los 64
años de edad.
Estuvo casado con Dª. Nicanora Ayllón y
Hernández que le sobrevivió un año, quedando como heredera de ambos su única
hija Dª. María del Carmen de Zaragoza y Ayllón, que había contraído matrimonio,
en 1879, con D. Ángel Allendesalazar Muñoz de Salazar, hijo del conde de
Montefuerte y hermano de D. Manuel Allendesalazar que es el que aparece en esta
imagen, destacado político que llegó a ser Presidente del Gobierno en dos
oacasiones, Presidente del Senado y Ministro de Instrucción Pública y Bellas
Arte, Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, Gobernación, Estado,
Fomento y de Marina (prácticamente todas las carteras).
Por su parte, D. Ángel que había
nacido en Guernica en 1854, fue otro personaje de gran valía. Se había graduado
en la Universidad Central en Derecho Administrativo, Filosofía y Letras, y
Derecho Civil y Canónico, pero también cursó los primeros años de las carreras
de Medicina, Farmacia y Ciencias. Titulado en la Escuela Superior de
Diplomática, ingresó en el Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios, ocupando
destino en el Archivo General de Simancas y en el Histórico Nacional. Llegó a
ser Diputado a Cortes por Guernica en 1881. Miembro de la Real Academia de
Jurisprudencia y Legislación, de la Sociedad Española de Historia Natural y de
la Sociedad Geográfica. Su prematura muerte, acaecida en Madrid, en 1885,
frustró su brillante trayectoria.
El matrimonio Allendesalazar-Zaragoza
tuvo dos hijos Juan (1882-1938) que es el que aparece señalado en esta foto
tomada en los cursos de verano de la Sociedad de Estudios Vascos en 1927, y
Ángela (1884-1975).
Fue miembro de la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando y relevante historiador del Arte y bibliófilo. Trabajó
en el Museo del Prado y en el Museo Romántico de Madrid. Publicó diversas obras
de interés.
Como hiciéramos hace tres años, hemos
querido ofrecer algunos datos de este linaje que tenía su origen en una ilustre
familia borjana de la que apenas quedan recuerdos tras la demolición de la casa
en la que residieron algunos de sus miembros.
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