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         Hemos incorporado a nuestros fondos la novela Romanza sin palabras de Sofia Tostaia que acaba de publicar Xordica, en su colección “Envistas”. Ha sido traducida del ruso por Fernando Otero Macías.

         Sofia Tolstaia (1844-1919) fue la esposa del gran escritor ruso León Tolstoi, con el que tuvo 13 hijos, pero fue un matrimonio sumamente infeliz que, de hecho, fue la causa de que la obra literaria de Sofia tardará mucho en ser publicada, pues las autoridades rusas no querían empañar el mito del que era considerado todo un icono nacional, con las críticas que deslizaba su mujer en sus obras.

         “Romanza sin palabras” es el título de una composición de Mendelssohn que interpreta Iván Ilich, un pianista en el que se refugia la protagonista Sasha para hacer frente a la incomprensión de su marido Piotr.

         En gran medida es una novela autobiográfica o, al menos, la expresión de los propios problemas que se cernían sobre la vida de la autora, razón por la cual no pudo publicarla y permaneció arrumbada hasta su descubrimiento, relativamente reciente.

         Hay que poner de manifiesto el esfuerzo que viene realizando, desde hace tiempo, una editorial aragonesa como Xordica para dar a conocer obras significativas de la Literatura de la Europa del Este, todas las cuales hemos podido reunir en nuestra biblioteca en el transcurso del tiempo.

         El Frente de Afirmación Hispanista de México viene colaborando con Ediciones Deslinde, de Madrid, para la publicación de determinadas obras poéticas, entre ellas la que nos acaban de remitir, que es una Antología poética de Rodrigo Pesántez Rodas, que obtuvo el Premio Vasconcelos, que otorga el Frente, en 1996.

         Rodrigo Pesántez Rodas (1937-2020) había nacido en la localidad ecuatoriana de Azogues, provincia de Cañar, y falleció en Guayaquil. Doctor en Filosofía. Letras y Ciencias de la Educación, ejerció la docencia durante buena parte de su vida como Catedrático de Literatura Ecuatoriana y Estilística en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Guayaquil. Durante algún tiempo fue funcionario de la UNESCO en París pero, ante todo, se le recuerda como poeta, ensayista y crítico literario, autor de numerosas obras que le hicieron acreedor a prestigiosos premios, entre ello el “José Vasconcelos”, ya mencionado por su excelente Antología de la poesía cósmica del ecuador.