miércoles, 15 de marzo de 2023

Sobre don Lucas de Jaca y Niño

 

         Hace pocos días dedicamos un artículo de D. Miguel de Jaca y Niño, el penúltimo Justicia de Aragón, del que señalamos su naturaleza mallenera que aparece en las últimas referencias biográficas publicadas sobre él. Hoy vamos a tratar sobre su hermano Lucas y, en este caso, hemos encontrado en nuestro archivo la prueba irrefutable de que había nacido en Mallén, como se hace constar en el documento sobre la toma de hábito de la Orden de Calatrava.

         En este caso, el caudal de información que disponemos, dado que conservamos el archivo familiar, es muy superior al que han manejado otros investigadores. Ante la imposibilidad de ofrecer un estudio detallado, a partir de todos los documentos que tenemos, nos vamos a limitar a ofrecer una pequeña síntesis de su biografía.



         Para sus primeros años, disponemos del curriculum que presentó para optar a la plaza de Fiscal de la Real Audiencia de Mallorca, en el que afirma que dio comienzo a los estudios de Jurisprudencia de la Universidades de Huesca y Zaragoza, en el año 1653, graduándose como Bachiller en 1658. Ingresó a continuación en el Real Colegio de Alcalá (¿de San Agustín?), donde obtuvo el grado de Licenciado en 1660. Tras serle concedida una beca pasó al Colegio Mayor de San Ildefonso, donde ejerció la docencia en varias materias. 


         Siendo, todavía colegial de San Ildefonso, inició su carrera en la Administración y tras renunciar a una plaza de Oidor en la Real Audiencia de Cerdeña, aceptó otra en la de Mallorca, a pesar de ser de menor categoría, tomando posesión de la misma el 28 de abril de 1674.

         Las razones aducidas para renunciar a la plaza de Cerdeña tenían relación con los problemas que, en aquella isla tuvo su tío el regente D. José Español de Niño (otro mallenero ilustre), “por servir con celo al monarca”.



         Pero él también tuvo problemas en Mallorca. Concretamente, en 1677, a consecuencia de haber aprehendido unas cartas del auditor de la Cámara Apostólica, referidas al enfrentamiento suscitado entre el obispo y los jurados de la ciudad, fue objeto de censuras eclesiásticas. En nuestro archivo conservamos el rarísimo ejemplar de un impreso en el que se defendía de las acusaciones, del que sólo conocemos otro en la Biblioteca Pública de Palma de Mallorca.

         El contencioso se complicó, llegando a dictarse excomuniones, hasta que la intervención del monarca logró apaciguar los ánimos, revocando las censuras y devolviendo los documentos al obispo.

 


         Durante su estancia en la isla, le fue concedida la merced del hábito de la Orden de Calatrava y conservamos la cédula real que le autoriza a tomar el hábito en cualquier convento de Mallorca, al no poder trasladarse al “Sacro Convento de la Orden”. También conservamos el testimonio de la toma de hábito, que lleva fecha de 4 de febrero de 1680 y, en él, se hace mención expresa a ser natural de Mallén, como antes hemos indicado.

 

         Al final, logró ser destinado a Nápoles, donde fue nombrado Consejero del Tribunal de Santa Clara, en 1680, iniciando una etapa en la que fue alcanzando puestos más relevantes.

 

         Ese mismo año, contrajo matrimonio con Dª. Ana María Sances (Sánchez) Jueglia, perteneciente a una distinguida familia napolitana. Su madre, era condesa de Tughel, y aparece en las capitulaciones matrimoniales que conservamos, suscritas el 30 de septiembre de 1680. Tanto la madre, como la contrayente eran viudas en ese momento.

 

         Como dote le asignaron una “casa palaziata” situada junto a la iglesia de San Carlo alle Mortelle. Tiempo después, debió suscitarse algún litigio en torno a esta propiedad, dado que conservamos en nuestro archivo un voluminoso cuaderno en el que D. Lucas de Jaca hacía constar todas las mejoras introducidas por su cuenta en ese palacio.

 

         En 1684, adquirió el oficio de “portulano” de la Rocca de Mondragon y del castillo de Volturno (actual Castel Volturno), dos localidades relativamente próximas a Nápoles. No hemos podido precisar cuál era el cometido de ese cargo; en el pasado los maestres portulanos eran los encargados de elaborar las cartas náuticas conocidas como “portulanos”, pero D. Lucas no creemos que fuera experto en esas materias. No obstante, este cometido rentaba una significativa cantidad anual y el Rey confirmó la adquisición, señalando que podía ser transmitida a dos generaciones.


         Del Tribunal de Santa Clara había pasado, en 1683, al Colateral que entendía de asuntos de Hacienda y, en 1694, fue promovido al cargo de Lugarteniente de la Cámara de la Sumaria, del que conservamos la cédula de nombramiento, firmada por el rey Carlos II el 8 de marzo de 1694. Finalmente, en 1696 fue nombrado Regente, por el reino de Nápoles, en el Supremo Consejo de Italia, uno de los puestos más relevantes de la administración, estableciéndose en Madrid, tras 16 años de estancia en Italia, y en la capital de España falleció en 1698. En nuestro archivo conservamos los recibos de los gastos ocasionados por su sepelio, en septiembre de ese año, así como los de las misas celebradas, en diferentes iglesias de Madrid, por su alma, junto con otros muchos documentos, entre los cuales aparecen las cartas dirigidas a sus hermanos que residían en Mallén, donde D. Lucas también tenía propiedades.




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