Continuando con nuestro recorrido por el Panteón de Hombres Ilustres, llegamos al mausoleo que contiene los restos de D. Antonio de los Ríos y Rosas, que fue realizado en 1905 por el escultor catalán Pedro Estany Capella (1865-1923).
Antonio de los Ríos y Rosas se llamaba,
en realidad, Antonio Sánchez del Río y López de la Rosa y había nacido en Ronda
el 16 de marzo de 1812. Tras cursar los estudios de Derecho en la Universidad
de Granada, llegó a ser un destacado jurista que, en 1852, ingresó en la Real
Academia de Jurisprudencia y Legislación y, en 1863, en la Real Academia
Española. También fue Presidente del Ateneo de Madrid.
Siendo muy joven inició su actividad
política, como miembro del Partido Moderado, logrando acta de Diputado en las
Cortes Generales, por la provincia de Málaga, en 1836. Fue también Diputado en
las legislaturas de 1863-1864, 1865-1866 y 1872. Miembro del Consejo Real, en
1840; ocupó la cartera de Gobernación durante un breve período en 1856. Como
Embajador ante la Santa Sede fue el artífice del Concordato de 1851, con el que
se puso fin al enfrentamiento con la Iglesia, desde los tiempos de la Desamortización.
En 1863 fue elegido Presidente del Congreso de los Diputados. Falleció en
Madrid el 3 de noviembre de 1873, en una situación casi de pobreza (eran otros
tiempos).
Sus restos mortales se encontraban
arrumbados en un cajón depositado en la antigua basílica de Atocha. Al ser
derrumbada, el Presidente del Congreso D. Francisco Romero Robledo propició su
traslado al Panteón de Hombres Ilustres, donde se había erigido un mausoleo a su
memoria.
El acto se llevó a cabo el 19 de junio
de 1905, con asistencia de destacadas autoridades, entre las que se encontraba
el Presidente del Senado y los ministros de Gobernación, Agricultura, Instrucción
Pública y Hacienda. Según las crónicas de la época, el ataúd solo contenía
polvo, aunque sobre las cenizas se mantenía en perfecto estado una pequeña
corona con la inscripción “A su padre. María”.
El mausoleo, a manera de retablo, está
presidido por el retrato en mármol del ilustre político, rodeado por una corona
de laurel, en bronce, con los años de su nacimiento y defunción a los lados.
Debajo puede leerse “A la memoria del
Excmo. Sr. D. Antonio de los Ríos y Rosas el Congreso de los Diputados, siendo
Presidente el Excmo. Sr. D. Francisco Romero Robledo. MDCCCCV”. Es curioso que el
año en números romanos esté mal escrito, dado que lo correcto sería “MCMV”.
Sobre el sarcófago de bronce que se eleva
sobre un basamento de mármol, se apoya una mujer, en expresión de dolor, con
una flor en la mano. Al otro lado, un ángel se eleva para ofrecer una rama de
laurel.
Del autor del mausoleo, Pedro Estany Capella
(1865-1923), no hemos encontrado otra imagen que la que aparece en la Enciclopedia
Espasa, de mala calidad. Había nacido en Castelló d’Empuries (Gerona) y se
formó en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, marchando a París, en 1885, para
completar su formación artística, bajo la tutela de Gustavo Delhaye.
Fue un artista de reconocido prestigio
que, en Madrid, fue quien realizó también el monumento a Alfonso XII en el
estanque del Retiro, diseñado por el arquitecto José Grases. Profesor en la
Escuela de Artes y Oficios de la capital de España, y posteriormente, de la de
Modelado y Composición Decorativa en la Escuela Profesional de la Mujer, realizó
diversos monumentos, siendo también el autor de la escultura que coronaba el edificio
de La Unión y el Fénix de la Gran Vía madrileña.
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