Para los que, en la fatídica noche del incendio, contemplábamos desde lejos el avance del mismo por la Muela Alta de Borja, nos parecía imposible que el caserío del Santuario de Misericordia pudiera resistir el embate de las llamas.
Las fotografías de Enrique Lacleta nos
muestran con claridad hasta dónde llegó el fuego, que quedó detenido prácticamente
al lado de los edificios. Ello fue posible merced a la heroica actuación de los
miembros de una Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), al parecer
de Daroca, y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que, cuando las llamas
alcanzaban una altura considerable, entraron en el Santuario, logrando lo que
parecía imposible, que las casas del Santuario no resultaran afectadas por el
fuego.
Entre las fotografías que nos ha traído
Enrique, hemos seleccionado estas en las que se puede apreciar muy bien las
marcas del incendio junto a las casas, aunque estamos seguros de que habrá
otras aún más impresionantes.
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