lunes, 25 de abril de 2022

La importancia de la ermita de San Jorge de Borja

         La ermita de San Jorge de Borja es uno de los templos dedicados al Santo Patrón de Aragón que reviste mayor interés, dado su origen medieval. Suele afirmarse que son pocos los existentes en Aragón. Ayer, en Iglesia en Tarazona, el director del Archivo Diocesano de Zaragoza D. Juan Ramón Royo opinaba sobre la escasa popularidad de San Jorge, en comparación con otros Santos lo que pudo influir en que, en la diócesis de Zaragoza solo hubiera dos parroquias que lo tuvieran como titular. En cuanto a ermitas, decía que eran algunas más, no muchas, mencionando a las de Almonacid de la Cuba y Moyuela. Es posible que no conozca la de Borja y otras que existen en Aragón. Publicaremos pronto un inventario de todas ellas.



         Mientras, queremos insistir en la importancia arquitectónica que reviste la de Borja, que bien merecería algún tipo de declaración monumental. Fue estudiada por Manuel Giménez Aperte y José Carlos Escribano en un artículo publicado en Cuadernos de Estudios Borjanos (de lectura obligatoria). Llamamos la atención sobre esos tres arcos apuntados que se adivinan en esta última fotografía.





         Pero, junto a su arquitectura, debemos resaltar su emplazamiento con unas preciosas vistas de Borja. El entorno de la ermita es un auténtico parque bastante bien cuidado. Vimos todas las vallas de madera pintadas y reparadas. Las plantas con las que se dotó a determinadas zonas han crecido y formado un tupido tapiz que comienza a florecer. Además, se ha cuidado la limpieza y, por el momento, han desaparecido las pintadas.


         Como novedad, este año pudimos disfrutar de la contemplación del retablo, recientemente restaurado, tras algún percance que ya comentamos. Se trata de una obra sencilla que procede del antiguo convento de dominicos, habiendo perdido sus columnas, tras uno de los robos perpetrados en la ermita.


         En el exterior de la cabecera del templo, les llamó la atención a las personas que allí se congregaron las grietas que se advierten en el revoco del muro. Afortunadamente, el Sr. Alcalde D. Eduardo Arilla nos comunicó que, en breve, van a dar comienzo las obras de restauración de toda la ermita que requiere, asimismo, la reposición de determinados elementos de la cubierta. Es una noticia muy importante que podría servir de ocasión para la realización de catas en los muros dado que está documentada la existencia de pinturas murales que fueron mandadas borrar por un obispo en su visita pastoral. Es poco probable que queden restos significativos, pero sería necesario comprobarlo. También habrá que aprovechar la ocasión para borrar la horrible pintura negra con la que fue pintado el arco apuntado de la entrada.





 

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