En el recorrido que estamos efectuando
por las caricaturas que ilustraron las portadas de los diferentes números de la
“Biblioteca Teatral”, debemos mencionar un reducido grupo de ellas que se
alejaban bastante de las características habituales de sus dibujos.
En algunos casos, como la portada del nº 16, que insertaba la obra de D. Pedro Muñoz Seca, El último pecado, es evidente que lo que se caricaturiza es la imagen del autor, con una rama de laurel bajo la misma.
Pero diferente
es el caso de la portada de Un marido de ida y vuelta, de Enrique
Jardiel Poncela, que era el nº 18 de la colección. Aunque hace alusión a la
obra, resulta difícil creer que el personaje representado, con traje de matador
y maleta con alas, responda a una persona en concreto.
A la misma
época pertenece la portada de la obra Madrinita buena, de Rafael Pérez y
Pérez, que fue el nº 17 y en la que, aunque es probable que el dibujo
corresponda a una actriz en concreto, no nos atrevemos a identificarla como
tampoco lo hizo Ugalde que, en otras portadas hizo uso de un estilo muy diferente,
como hemos mostrado en artículos anteriores.
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