En el cementerio municipal de Algeciras está enterrado otro joven aviador británico, fallecido al estrellarse el avión de cuya tripulación formaba parte, poco después de despegar de Gibraltar el 10 de julio de 1942.
Se trataba del sargento Eric Vernall,
de 20 años de edad, que era hijo de Henry Thomas Vernall y Rhoda Mary Vernall.
Había nacido en Cwmaman, un pequeño pueblo minero próximo a Aberdare, del
condado de Glamorgan en Gales.
Nada más estallar la II Guerra Mundial
se alistó en la Reserva Voluntaria de la RAF (RAFVR) que había sido creada en
1936 para servir de apoyo a la Royal Air Force del Reino Unido en caso de otra
guerra. En septiembre de 1939, formaban parte de ella 6.646 pilotos, 1.625
observadores y 1.946 operadores inalámbricos que, inmediatamente, fueron
movilizados.
Es posible que, en esos momentos, Eric
que tenía 17 años aún no formara parte de ella, pero debió entrar muy pronto,
dado que en 1942 era sargento y servía como operador de radio y artillero.
En 1942, volaba en un avión Hudson
Mk.IIIa, FH319. Se trataba de un aparato fabricado por Lockheed
Corporation, encargado por la RAF. Era un avión sumamente versátil que fue
utilizado para operaciones de reconocimiento, pero también como bombardero
ligero. El modelo Mk III, introdujo algunas mejoras respecto a los anteriores,
pues sus motores eran de mayor potencia y, además de la torreta dorsal, le
habían añadido una ametralladora ventral y dos laterales. El aparato al que nos
estamos refiriendo había formado parte inicialmente de la USAAF, con el numeral
37120, 414-6609, antes de ser transferido a la RAF.
Al mando del jovencísimo piloto William
John Aitken, que no había cumplido los 19 años, el avión despegó la base de Lyneham
el 1 de julio de 1942, para efectuar un vuelo con etapas y destino al Extremo
Oriente. Esa base había sido creada en 1939 y se convirtió en el principal
centro de transporte de la RAF (la foto es de 2010, antes de ser clausurada).
Ese mismo día, tomaron tierra para repostar en la base de Portreath, en el
condado de Cornualles, al sur de Gran Bretaña. De allí salieron con destino a
Gibraltar a donde llegaron al día siguiente.
William Aitken y su tripulación despegaron de RAF Lyneham en
el Hudson Mk IIIA FH319 en el primer tramo de un vuelo en ferry al Lejano
Oriente. Aterrizaron en RAF Portreath más tarde ese mismo día, donde repostaron
y despegaron nuevamente, aterrizando en Gibraltar al día siguiente.
Tras permanecer varios días en el peñón,
por razones que no conocemos, a las 7:11 de la mañana del 10 de julio de 1942
despegaron de Gibraltar con destino a Bathurst en Gambia para cubrir la
siguiente etapa de su viaje. Siete minutos después de despegar, cuando la
aeronave estaba a una milla mar adentro, inesperadamente el aparato se
precipitó en la mar, ocasionando la muerte de todos los miembros de la
tripulación.
El piloto era, como hemos dicho el
Sargento William John Aitken; como observador viajaba el Sargento John Harvey;
el Sargento Richard John Lucas Jones de la Fuerza Aérea de Nueva Zelanda
(RNZAF) era uno de los operadores de radio y artilleros. El otro era el
Sargento Eric Vernall.
Aunque, desde Gibraltar, fueron
enviadas unidades de rescate, sólo pudieron recuperar el cuerpo del neozelandés
Richard Jones. Más tarde, el mar arrojó el cadáver de Eric Vernall en las costas
de Tarifa, siendo enterrado en el Cementerio de Algeciras.
En su nicho se hizo constar: “En la
vida un hermoso recuerdo. En la muerte un dolor silencioso”.
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