En el dilatado recorrido, lleno de sorpresas, que estamos efectuando por los cementerios de España, nos detenemos hoy en el de Mataró, donde están enterrados cinco aviadores australianos que formaban parte de la tripulación de un avión de la RAF que se estrelló en la mar el 29 de marzo de 1944.
Son cinco lo nichos con los cuerpos de
los tripulantes que fueron recuperados por unos pescadores locales y, en el
nicho central, una pequeña placa recuerda el nombre de otro cuyo cadáver no fue
encontrado.
El aparato en el que volaban era un
bimotor Martin B-26 Marauder de fabricación norteamericana que
pertenecía al 14º Escuadrón de la RAF, en el que vino a sustituir, en 1942, a
los obsoletos Bristol Blenheim. Como puede verse, tenía en la parte superior una
torreta con doble ametralladora en la que se encontraba el tripulante
desaparecido, que pudo quedar atrapado en ella.
El 14ª Escuadrón tuvo su base en
Egipto, durante la II Guerra Mundial (antes había estado en Amman). Su lema,
escrito en árabe, decía: “Extiendo mis alas y cumplo mi promesa”. Desde que recibió
los Marauder, los empleó fundamentalmente en misiones de reconocimiento
marítimo de largo alcance, aunque también fueron utilizados para ataques
antibuque y colocación de minas.
El aparato siniestrado frente a Mataró plantea
algunos problemas, entre otras razones porque su numeral 41-17780 a B-26B-1-MA,
no corresponde a la RAF, sino a la USAAF, por lo que, muy probablemente, era un
avión norteamericano cedido temporalmente. Tampoco hay unanimidad respecto al
lugar del que había partido. La opinión más razonable es que había despegado de
Blida (Argelia) con el objetivo de efectuar un reconocimiento de las costas
catalanas.
La industria militar alemana necesitaba
disponer de wolframio un mineral que podía obtenerse en Galicia, desde donde
era enviado a Alemania de forma clandestina. Comoquiera que conducirlo a través
del canal de la Mancha era sumamente complicado, se eligió una ruta alternativa,
siendo transportado en tren hasta Cataluña y allí embarcado en buques más o
menos camuflados, rumbo a los puertos mediterráneos de la Francia de Vichy.
La misión de los aviones del 14º
Escuadrón era descubrir ese tráfico e impedirlo, sin entrar en el espacio aéreo
español, cosa que no solía cumplirse. Aquella mañana del 29 de marzo de 1944,
el Marauder sobrevoló el puerto de Barcelona (fotografiando posiblemente
los barcos que allí había atracados) y, posteriormente, se dirigió hacia el
mar, donde avistó un pequeño cargero. Era, al parecer, el Romain, un buque
francés requisado por los alemanes que era utilizado para este tráfico clandestino.
El avión efectuó dos pasadas sobre él y, al efectuar, un cerrado viraje se
estrelló contra la mar. Las causas del percance no fueron aclaradas.
Probablemente, fue un error del piloto, algunos testigos afirmaron haber escuchado
explosiones, por lo que cabe la remota posibilidad de que, desde el Romain
le efectuaran disparos, pues estos buques iban artillados.
En el siniestro perecieron los seis
hombres de su tripulación, todos ellos pertenecientes a la Real Fuerza Aérea
Australiana (RAAF), que son los que aparecen en la imagen. No deja de ser llamativo
esa circunstancia de un avión norteamericano, cedido a la RAF, fuera tripulado
por miembros de la RAAF, aunque todos combatían en un mismo bando.
El piloto era el teniente William Cameron
Macdonald, que aparece en el centro de la fila superior en la foto de grupo.
Había nacido en Melton (Victoria) el 2 de marzo de 1917 y tenía 27 años. Antes
de alistarse en la RAAF, era camionero de profesión.
El segundo piloto era John Walsh Lewis, natural de Adelaida.
Tenía 22 años y era hijo único. Trabajaba como administrativo de la firma Elder,
Smith & Co., Limited. Había intentado alistarse al comienzo de la guerra,
pero fue rechazado por ser menor de edad. Lo consiguió, finalmente, en
diciembre de 1941.
El navegante era el sargento de vuelo Charles
Manning Peedom, de 24 años. Había nacido en Taree (Nueva Gales del Sur) el 17
de agosto de 1919. Era maestro y fue llamado a filas, 20 días después del
nacimiento de su hija.
El operador de radio era el sargento de vuelo Ronald Lanham, de 21 años. Había nacido en Cowra, Nueva Gales del Sur, el 15 de agosto de 1922. Trabajaba en una sucursal bancaria de Sydney, cuando fue llamado a filas el 24 de abril de 1942.
El artillero de cola era el sargento de
vuelo Michael Thomas Woods, de 28 años. Había nacido en Mortdale (Nueva Gales
del Sur) el 27 de diciembre de 1915. Trabajaba como mozo de almacén. Estaba casado
y padre de un niño nacido en 1943, al que no llegó a conocer.
Finalmente, en la torreta superior
(donde pudo quedar atrapado) iba como artillero el sargento de vuelo Frank
Raymond Lamond, de 21 años, cuyo cadáver no pudo ser recuperado y el único
recuerdo es la pequeña placa colocada en el nicho del piloto de aparato, por un
compañero de los fallecidos. No hemos encontrado datos de su nacimiento ni de
su profesión en los registros australianos.
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