miércoles, 7 de junio de 2023

Un texto manuscrito de Santo Tomás de Aquino en Borja

 

          En esta semana dedicada a los archivos, queremos comentar hoy la existencia de un importante documento, del que ya dimos noticia en este blog. Se trata de un escrito de Santo Tomás de Aquino, conservado como reliquia en la colegiata de Santa María y que fue dado a conocer por el Dr. D. Alberto Aguilera Hernández en un artículo publicado en Archivo Dominicano, con el título de “El legado de la Orden de Predicadores en la ciudad de Borja”.


         Se trata de una obra de orfebrería que el Dr. Aguilera data en el siglo XVII. Sobre un pie ovalado y en el interior de un ostensorio rectangular, contiene un escrito original de Santo Tomás de Aquino (1225-1274), que fue donado por el P. Diego de Enciso al Santuario de Misericordia en fecha indeterminada, pero comprendida entre 1690 y 1722.

Es llamativa esa donación al Santuario, dado el valor de lo que entregaba, pues hubiera sido más lógico que lo hiciera a la colegiata y, si fue dominico, al convento de su orden que, para entonces, ya existía en Borja.

 

         De confirmarse que es un escrito de mano del propio Santo Tomás estaríamos ante un hallazgo de extraordinaria importancia. El P. Adolfo Robles Sierra O.P. archivero de la provincia dominicana de Aragón publicó en 1967, en Analecta Sacra Tarraconensia, un artículo en el que daba a conocer la existencia de un fragmento autógrafo de Santo Tomás en el monasterio de Santa Inés de Zaragoza. Consta exclusivamente de dos líneas y, según ha podido documentarse, está relacionado con el manuscrito conservado en la Biblioteca Nazionale de Nápoles del que, a comienzos del siglo XVIII, se extrajeron fragmentos dispersos por varios lugares, uno de los cuales llegó a Madrid.

         Como anexo al artículo citado, el P. Robles incluyó la noticia de un nuevo fragmento, también procedente de manuscrito de Nápoles, que había pertenecido al Colegio Escocés de Valladolid. En este caso, su importancia era mayor pues consta de diez líneas. Pero el de Borja tiene 18, por lo que proponíamos un estudio del documento y su transcripción, cosa que aún no se ha realizado.

         Otro aspecto a considerar es el de la biografía del donante, ese Padre Diego de Enciso que creemos natural de Borja y muy posiblemente hijo de Diego de Enciso de la Olivera que desempeñó diversos cargos municipales en la segunda mitad del siglo XVII y que pudo ser el notario del mismo nombre cuyos protocolos se conservan en nuestra ciudad. Aunque por el contexto de la donación pudiera haber pertenecido a la Orden de Predicadores no lo sabemos con certeza y, de hecho, en esa misma época hubo otro Diego de Enciso de la orden de los Agonizantes que llegó a ser predicador de la Real Casa y del que se conserva en la Biblioteca Nacional un manuscrito con sermones cuaresmales.

         Además de proponer el análisis de este supuesto escrito del siglo XIII, sugerimos también la conveniencia de exponerlo en el Museo de la Colegiata, ya que desconocíamos su existencia cuando redactamos el proyecto museográfico del mismo que, como el del Museo Arqueológico y el de Santa Clara, tuvieron su origen en nuestro Centro.



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