Si ayer nos hacíamos eco del reciente reportaje dedicado, en Heraldo de Aragón, a Luis Zueco, hoy tenemos que mencionar la entrevista que, Luis Alegre publicó en su sección “El patio de mi recreo”, el pasado domingo, con Trinidad Ruiz Marcellán.
Trinidad nació en Agón, en 1950, lo
cual ya constituye una razón fundamental para que hayamos seguido siempre, con
especial atención, toda su brillante trayectoria, como la de su hermano y hermanas,
todos excelentes amigos nuestros.
El caso de Trinidad es especialmente
relevante, pues tras estudiar Magisterio, se licenció en Filología Hispánica y
en Pedagogía, ejerciendo la docencia en institutos de Bachillerato durante 30
años.
Pero, ante todo, su nombre está
asociado a esa extraordinaria iniciativa, puesta en marcha por ella: La Editorial
Olifante, que ha dado cobijo a numerosos autores, en sus diferentes colecciones.
Junto con Olifante, la capacidad
creadora de Trinidad fue capaz de impulsar otros muchos proyectos, como el
Festival Internacional de Poesía del Moncayo, la Casa del Poeta en Trasmoz o la
Ruta de los Hermanos Bécquer.
Además, es poetisa y recordamos con especial
cariño la presentación de uno de sus poemarios en la Casa de Aguilar, en un
momento especialmente difícil de su vida, o un recital en el Espacio Huecha de
Alberite de San Juan, al que volverá este año.
En la entrevista con Luis Alegre nos
relata los primeros años de su vida en Agón y sus primeros pasos, no exentos de
problemas, en la escuela de esa localidad, así como el precoz descubrimiento de
la Poesía que, es indudable, que va unido a su especial sensibilidad, de la que
constituye una buena muestra esa curiosa anécdota de su amistad con una niña
gitana.
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