Cuando comentamos la decoración de la bula de la cofradía de San Pedro que se conserva en el archivo del Centro, hacíamos referencia a las armas de Felipe IV que aparecen representadas en ella, afirmando que “en lugar de la corona real cerrada que es habitual, aparecen timbradas con tres yelmos con corona real abierta que pueden hacer alusión a su condición de rey de España, de Nápoles y Sicilia, y de Cerdeña."
Inmediatamente, D. Raúl Rivarés Custardoy,
nuestro experto en Heráldica y Genealogía nos corrigió, afirmando que se
trataba de una representación alternativa del escudo grande del rey de las
Españas, en la línea de la tradición heráldica germánica, y que aún perdura en
algunos escudos actuales del Reino Unido, y que consiste en acumular sobre el
blasón varios yelmos o celadas coronadas, tres en este caso, con las cimeras
(en Heráldica, adorno que se pone sobre la cima del yelmo) correspondientes a
los reinos de Castilla, en el centro, rodeado por las de Aragón y Portugal.
En efecto, fue Juan II de Castilla quien adoptó como cimera un castillo con un león con un león naciente, portando la espada y el orbe, como referencia a las armas de Castilla y León.
Fue Pedro IV de Aragón quien introdujo
en sus armas la cimera en forma de dragón, en alusión a la similitud fonética
de “dragón” con “d’Aragó” y lo que, en principio fue divisa personal se convirtió
en símbolo de la realeza y lo llegó a utilizar Fernando el Católico, como
muestra la imagen de sus armas en el palacio de la Aljafería. El dragón es
también el origen del murciélago que timbra las armas de Valencia, en realidad
por confusión.
El rey de Portugal también timbraba su
yelmo con un dragón, como Aragón, y ese dragón aparece venciendo ferozmente al
león que representa a Castilla en un grabado de la obra, de 1645, Lusitania
liberata ab injusto Castellanorum dominio.
Que lo usaron como timbre de las armas
del reino lo demuestra esta representación de las usadas por Felipe I de
Portugal, nuestro Felipe II, que también usó el triple yelmo en sus armas
completas, como las que aparecen en el monasterio de El Escorial, sobre las
esculturas de Leoni situadas en el presbiterio de la basílica.
Quede pues claro que, como nos señala
D. Raúl Rivarés y también explicaba D. Faustino Menéndez Pidal, en los reinados
de Felipe II, Felipe III y Felipe IV (hasta la independencia de Portugal), se solía
utilizar como timbre el tripe yelmo, representado el del centro a Castilla (con
el castillo y el león), a la diestra el de Aragón con el dragón y a siniestra
el de Portugal, también con el dragón introducido en 1383.
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