En días pasados dimos noticia de los cementerios militares musulmanes de Griñón y La Coruña, pero, como entonces decíamos, hubo otros distribuidos por diferentes lugares de la geografía española que, en la mayoría de los casos, se encuentran en un estado de completo abandono o han perdido su función exclusivamente militar.
Entre los primeros se encuentra este
cementerio ubicado en la parroquia de Barcias, que forma parte del concejo
asturiano de Valdés, cuya capital es Luarca. Allí recibieron sepultura un
número indeterminado de soldados marroquíes, hasta 500 según algunas fuentes,
fallecidos durante la campaña del Norte.
Del cementerio, enclavado en un bonito
paraje, tan solo quedan las tapias que lo cercaban (con torres en sus ángulos) y
la hermosa portada de arco de herradura por la que se accedía. Sumido durante años
en un estado de completo abandono, la vegetación invadió el recinto y las
tumbas quedaron ocultas, con sus restos esparcidos en algunos casos.
Pero, los 4.500 metros cuadrados del
cementerio están divididos en dos recintos. Por fuera del que hemos comentado, hay
otro que no se llegó a terminar, también rodeado por un muro en el que, entre
la vegetación, destacan los restos de una edificación que, posiblemente fue
concebida para la preparación de los cadáveres, de acuerdo al rito musulmán.
En los últimos años, han sido muchas
las voces, especialmente de la comunidad musulmana, que se han alzado para
reclamar el cuidado del cementerio y se elevaron peticiones al Ministerio de Defensa
que, en opinión de muchos, era propietario del mismo. Sin embargo, desde ese
departamento descargaron la responsabilidad en la pequeña parroquia rural donde
se ubica y, por ende, en el concejo del que forma parte.
A pesar de todo, salvo una somera
limpieza, nada se ha hecho para dignificar una zona en la que están sepultados
un buen número de soldados a los que tampoco han prestado la más mínima
atención las autoridades marroquíes.
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