martes, 6 de junio de 2023

Otros cementerios militares musulmanes en España

         Las especiales circunstancias que concurrían en los soldados de religión musulmana fallecidos en hospitales militares, durante la guerra civil, obligó a establecer cementerios específicos para ellos, ante la imposibilidad de darles sepultura en los cementerios católicos. De muchos de ellos tan sólo se conserva el recuerdo y otros han sido reaprovechados para albergar los restos de los musulmanes que ahora fallecen en España. Uno de estos cementerios “reutilizados” es del de Zaragoza que, en su momento, fue el que mayor número de combatientes acogió.




         No se tiene constancia del número de combatientes enterrados allí, ni se les recuerda de manera especial, dado que el cementerio quedó prácticamente abandonado hasta que, en época relativamente reciente, fue rehabilitado para responder a las necesidades del número creciente de musulmanes establecidos en la región aragonesa.

         En 1997, llegaron a un acuerdo con el Ayuntamiento para poder enterrar allí a sus muertos, de acuerdo con el rito islámico y, en 2012, se acondicionó un pequeño espacio destinado al lavado y purificación de los cadáveres. En la actualidad, tras varias ampliaciones, el recinto tiene una superficie de 12.000 metros cuadrados.

 

         De otros cementerios apenas queda memoria. Ese es el caso del de Zafra, localidad en la que hubo un hospital musulmán, instalado en su castillo (hoy Parador Nacional), al que corresponde esta fotografía. Debió ser un cementerio pequeño, como el de la mayor parte de los hospitales. Hay que tener en cuenta que los caídos en combate eran enterrados en fosas en el lugar de su muerte.

 


         Entre los rehabilitados para la población musulmana actual, destaca el de Granada, situado en un bello paraje. Allí estuvo, durante la Guerra Civil, el cementerio destinado a los combatientes marroquíes. Nada queda de él y lo que actualmente puede verse es el nuevo cementerio para la numerosa población musulmana de la ciudad y su entorno.

 


         Algo parecido sucede en León, donde fue habilitado un recinto para los soldados marroquíes, junto al cementerio católico. Allí fueron inhumados 57 soldados y otros seis lo habían sido antes en el cementerio civil. Aquel espacio militar ha sido reconvertido en cementerio para los musulmanes actuales, como en los casos anteriores.

 

         En Burgos hubo otro cementerio, aunque no sabemos si en el mismo lugar donde ahora se realizan los enterramientos con el rito islámico. Hemos elegido esta imagen porque ofrece un detalle curioso y desconocido para muchos de nuestros lectores. Al lado de la lápida puede verse un cuenco sobre un plato. Es costumbre que los familiares pongan allí agua para que la beban los pájaros. Ello responde a lo recogido en un hadiz (أحاديث‎ ʼaḥādīṯ), según el cual las almas de los difuntos reposan en el buche de unos pájaros verdes del Paraíso hasta el día del Juicio Final y todos los viernes bajan hasta la tumba.


 

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